Antes
de empezar este breve artículo me gustaría decir tres palabras claves
relacionadas con mi emigración a Madrid: Adaptación, prudencia y negación.
Primer
día en la capital de España, todo son sensaciones nuevas tanto negativas como
positivas, pero seamos optimistas y quedémonos con ésta segunda. Existían gotas
de nerviosismo, grandes expectativas antes de mi formación como universitario,
pero sobre todo existía esa cierta curiosidad de cómo sería cuando llegase.
Aquí
llega una de las razones del título de este artículo. Lo poco que se puede
resaltar dentro de las sensaciones negativas fue la incomodidad que supuso mi
llegada al colegio mayor donde resido en estos momentos. Recuerdo la escena de
mi primer día de la forma más detallada posible. Día ocho de septiembre, ocho
de la tarde( coincidencia con mi número favorito) maleta roja en mano y la
grata compañía de mi familia.
Me
acompañaron hasta la habitación y me ayudaron a organizarla un poco , más tarde
cenamos durante una hora y al terminar, me despedí con cierta emotividad hacia
ellos y viceversa. Tras la despedida, llegó el momento de adaptación,
posiblemente una tarea compleja para mí debido a una de mis peores cualidades:
la timidez. Sin embargo, en ése mismo instante cambié de actitud y me dispuse a
presentarme a los colegiales, entre ellos: un novato, dos residentes y un
veterano cuya reacción por su parte fue rechazarme el saludo.
¿El
motivo? Las famosas novatadas que se suelen realizar como dicen ellos: ‘’para integrarte’’. El segundo día fui
informado de todas las acciones llevadas por cada uno y los diferentes grupos
que existían, gracias a uno de ellos mi adaptación en el colegio fue más
sencilla de lo previsto.
El
segundo motivo por el que elegí el título de este artículo tiene que ver con
vosotros y lo más seguro es que cualquiera de los presentes lectores se sentirá
identificado.
El
sitio lo conocéis: ‘’Paseo de Juan veintitrés’’, un lugar donde pasamos la
mayor parte del tiempo afortunadamente más por la tarde que por la mañana,
detalle importante. No mencionaré ningún día en concreto por gente que llegó
una o dos semanas tarde pero creo que todos os acordáis de vuestra primera
semana en CEU. Haciendo una visualización y una exploración por mi mente lo que
recuerdo con más frecuencia son las siguientes preguntas: ¿Eres nuevo/a? ¿Cómo
te llamas? ¿Qué estudias? Preguntas bastante comunes en una presentación pero
que con el tiempo esa suma de preguntas crean un lazo que da como resultado la
convivencia entre nosotros, los ceudadanos.
Ceudadanos,
un nombre sencillo y original para nuestro blog, que en mi opinión nos ayudará
a conocernos mejor y por qué no a marcar una experiencia más en nuestra vida.
Pablo López García
Muy bien Pablo. Yo que llegué un mes más tarde te puedo confirmar lo de las preguntas de que si soy nuevo y tal... Buen post.
ResponderEliminarGabriel Pascual.
Yo también me siento identificada con el post. Supongo que todos llegamos sin saber nada y sin conocer a nadie y yo, que también vengo de fuera, puedo decir que la adaptación al principio es difícil. Estamos muchas horas a la semana con gente que acabamos de conocer prácticamente y estar a gusto con esas personas es el primer paso.
ResponderEliminarMe ha gustado Pablo.
Ángela de Lucas.
Me gusta que compartas esa experiencia con nosotros, la timidez y la sensación de no saber que pasará es algo que todos hemos experimentado alguna vez en la vida.
ResponderEliminarDr.Zoidberg