Curiosidades sobre el tabaco.

Según un estudio realizado en Reino Unido sobre 8.000 adultos, bastan cuatro años fumando de manera habitual para que se deterioren de manera evidente la memoria, la capacidad del cerebro de planificar y la destreza para cualquier tarea cognitiva. Padecer enfermedades como obesidad o hipertensión hace que el deterioro de la memoria sea mucho mayor. El debilitamiento mental cada vez está más asociado al envejecimiento y aumenta el número de personas que tienen un mal estar cotidiano ya que tienen problemas para recordar pequeñas cosas como puede ser una palabra o incluso organizar las tareas diarias. Las personas que nunca han fumado tienen una mayor capacidad para memorizar que los fumadores. Los fumadores que dejan el tabaco pasan de recordar un 59% de las tareas en un test de memoria prospectiva a acordarse del 74%. La memoria prospectiva nos permite formular y llevar a cabo intenciones futuras, y es un elemento clave a la hora de coordinar y controlar la mayoría de nuestras acciones cotidianas, como coger las llaves antes de salir de casa, preparar la comida, acudir a una cita o tomar determinada medicación. Aumentar el consumo de frutas y verduras ayuda a dejar de fumar. Los fumadores que ingieren más cantidad diaria de estos alimentos suelen tardar más tiempo en fumarse el primer cigarro del día y son menos dependientes de la nicotina. Una dieta equilibrada, mantener un peso saludable, ejercitarse regularmente, controlar la presión sanguínea y el colesterol, así como no fumar pueden marcar la diferencia.

Todos sabemos que el tabaco es perjudicial para la salud, pero seguramente no sabíamos que entre sus consecuencias dañinas había una relación con la memoria. Cada vez hay más datos que deberían incitar a los fumadores a dejarlo.

María San Simón.