El futuro no para de abrazarnos bruscamente, con sorpresas
que no aguardamos.
Despiezando nuestros planes como si de un puzle se tratase, haciéndonos
reflexionar sobre lo que ya un día conocimos.No existe la monotonía en un futuro perfecto, puesto que
este no deja de asombrarnos con nuevos trenes, que pasaran con sueños y nuevas oportunidades.
Para tomarle un pulso a nuestro espíritu de superación.
A veces nos enfadamos con lo que nos ofrece pero parar, respirar
y pensar que por mucho que intentemos controlar el futuro, él siempre decidirá.
Lo único que sabemos sobre este tema abstracto y lleno de enigmas,
es que todos avanzamos a un ritmo de sesenta segundos por minuto, te llames
como te llames, vengas de donde vengas…
Vivimos tiempos difíciles, en los ascensores se ha cambiado
la descripción climatológica del momento por la economía, se inundan de
conversaciones vacías de información pero rellenas de la pablara crisis.
Nuestra generación es polémica. Todo el mundo se atreve a
augurar nuestro futuro pero pienso que la solución está en buscar nuevas metas,
cercanas y vivirlas tan intensas como si el mañana fuera a morir hoy.
Carmen Pedraz.
Me gusta mucho este artículo porque trata de temas tanto de actualidad como de qué nos deparará el futuro. No sabemos lo que nos espera el día a día a pesar de los planes que tengamos previstos.
ResponderEliminarPablo López García
¡¡Qué bueno es este post!! Carmen que verdades argumentas y que ganas de anteponernos a lo que nos dicen de nuestras generaciones para que volvamos a hablar en los ascensores del tiempo y no la crisis, lucharemos por ello.
ResponderEliminarEl Jinete Pálido
Muy bien dicho Carmen! Me ha parecido un texto muy entretenido y cargado de verdades. Me ha gustado mucho y te da algo en lo que pensar.
ResponderEliminarTremendo Carmen , me ha llegado al alma . Tienes toda la razón , básicamente podemos conocer nuestro pasado y presente pero nunca el futuro, no hay que dejar que NADIE te desanime para alcanzar las metas que te propones.
ResponderEliminarAunque no haya nada claro en nuestra linea vital , todos los días pueden ser el último así que haz algo de lo que no te arrepentirías si no existiese un mañana.
Rebeca Iribarren Hernández