martes, 5 de marzo de 2013


FÚTBOL, ¿EMOCIONANTE?





Desde la entrada del fútbol en España a finales del siglo XIX, se ha considerado el deporte más popular. Los equipos registrados en La Liga (competición que se disputa anualmente desde 1929) han luchado por ganar dicha competición.  Uno de los aspectos más atractivos del fútbol es la afición que cada equipo ha ido recolectando a lo largo de los años. Miles y miles de aficionados siguen a sus equipos favoritos y los animan, desde las gradas, para celebrar  las victorias y sufrir juntos las derrotas.

La gran popularidad de este deporte despegó desde que la televisión, así como otros medios de comunicación, le comienzan a dar la impronta que, hasta ahora, sigue vigente. ¿El problema? Desde que los equipos españoles reciben una contribución económica para la retransmisión de los partidos, La Liga ha pasado de ser  sana y equitativa para los veinte equipos que la disputan a una competición con dos únicos ganadores: El Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona. Y es que la ausencia en España de una entidad que reparta de manera objetiva esa “pequeña” ayuda económica ha originado que sean dos los equipos con mayor poder adquisitivo de La Liga, ello desemboca en la concentración de los mejores jugadores en los equipos mencionados anteriormente.
Las cuestiones que me vienen a la mente tras la reflexión anterior son: ¿Para qué compiten los demás equipos si se sabe de antemano el resultado? Cuando el Real Madrid o el Barça ganan, ¿tienen mérito? ¿Se les puede considerar verdaderos campeones? Mi respuesta a estas dos últimas cuestiones es clara: ¡NO! La Liga española debería fijarse un poco más en  el Sistema de ligas de fútbol de Inglaterra (origen de este deporte), que es una serie de ligas interconectadas, organizadas por la Football Association, para los clubes de fútbol de Inglaterra. Bajo la FA Premier League y The Football League, hay cerca de 500 competiciones de liga, en la que participan más de 7.000 clubes de todo el país. Este sistema cuenta con una modalidad de descensos y ascensos entre diferentes ligas en diferentes niveles, que permiten que incluso el club más pequeño pueda llegar a estar en el nivel más alto.
Dudo que este año alguien se pregunte todavía: ¿Quién va a ganar La Liga? ¿Quién va a ganar la Copa del Rey? Yo ya conozco la respuesta y vosotros, también.
Raquel Pérez Zamarriego

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