miércoles, 30 de enero de 2013

Hipocresía a la orden del día


Hipocresía a la orden del día

Vivimos en un país muy bonito por fuera y extremadamente detestable por dentro. Y me explico:

En una nación en la cual se le otorgauna gran importancia a los éxitos deportivos para ocultar lo mucho que este país tiene que ocultar. Nos encontramos, para mí, en una situación límite, rozando el abismo.

En España, lugar donde los pobres van a la cárcel sin problema y los ricos con delitos mucho más graves no tienen problema para pagar su fianza y seguir delinquiendo a sus anchas. Y a esto me refiero con hipocresía. Un lugar donde no se encarcela a un hombre que ha robado millones de euros, justificándose cruelmente con ayudas para una ONG, con dinero de nuestros bolsillos.

El hecho de ser el yerno del Rey de España juega a su favor. Jamás irá a la cárcel. Tanto políticos como policías de alto rango saben el problema que les supondría encarcelar a una personalidad de este calibre. Pero vivimos la actualidad.

Hace poco, en Brasil, sucedió una tragedia. 234 personas murieron ahogadas y quemadas. 3 días después del incidente ya se han tomado serias cartas en el asunto, hay ya dos o tres culpables en la cárcel sin dinero ni título alguno, por la parte que les toca. Mientras, al otro lado del charco, aquí en la península no hace tanto pudimos observar como un hombre se cobraba a base de talonario la vida de 5 niñas, sin consecuencia alguna (más allá de las rutinarias declaraciones). El tal Flores sigue en la calle, viviendo a sus anchas.

Es mucho más que obvio revelar que encarcelar a este hombre, supondría un grave problema para algún que otro político corrupto, que dejaría de ganar dinero  y sería investigado.

La hipocresía está a la orden del día; a mi juicio, los malos van a la cárcel y los malos con dinero y “enchufe” se libran estrepitosamente. Me da mucha rabia.

Richard Anderson Ortiz